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A lo largo de los años, he observado que existe un patrón. Este patrón es que siempre las personas que se destacan en alguna actividad, sea la que sea, como finanzas, trabajo, o la familia, siempre tienen una escala de valores claramente definida y son disciplinados en lo que sea que hagan. En este breve artículo te quiero mostrar la importancia de desarrollar el hábito y la conducta mental de ser disciplinado. Lo bueno es que gracias a técnicas de PNL es mucho más fácil lograr crear nuevos hábitos, pero debes tener claro que no es mágico, requiere un cierto esfuerzo, dedicación y voluntad.

¿Por qué, cuando las personas se comprometen con otras personas son más cumplidoras y responsables que cuando se prometen algo a sí mismas?

Todo depende de nuestra jerarquía de valores y de nuestra autovalía, de hecho, más importante que los valores en sí mismos, es tenerlos claramente definidos y que no hayan conflictos entre ellos.

Las personas que más se destacan, son aquellos que tienen claro qué es lo que quieren, tienen claro lo que consideran bueno o malo, aceptable o inaceptable y luego van con todo a cumplir sus metas con una disciplina tal cual se tratara de un deportista de alto rendimientoEste ingrediente debería estar presente en tu vida si realmente deseas prosperar y alcanzar el éxito.

Más que los valores en sí mismos, es importante tener una jerarquía clara de valores con niveles claramente identificados de forma que no hayan conflictos entre ellos.

Por ejemplo: supongamos que el lector tiene como jerarquía número 1 «la familia», como jerarquía número 2 «libertad», jerarquía número 3 «dinero» ….. jerarquía número 4 «responsabilidad». En este ejemplo podemos observar una falta de coherencia en la jerarquía de valores, porque, en la mayoría de los casos, el dinero es consecuencia de la responsabilidad (entre otras cosas), y además la libertad que es segunda prioridad, está muy por sobre de la responsabilidad que por muchos podría ser entendida como lo opuesto a la libertad. Este es tan sólo un ejemplo.

Un ejemplo de la vida real: He conocido personas cuyos matrimonios han terminado debido a una jerarquía de valores incoherente con la familia como en este caso: Prioridad número 1 «la religión (iglesia)», prioridad número 2 «la familia», prioridad número 3 «el dinero» ¿que resultado se obtiene?; Respuesta: Sufrimiento. Una persona así, es capaz de atender «compromisos» de su iglesia por sobre los de su familia, la pareja se va a sentir dejada de lado (sobre todo si no comparte la misma jerarquía de valores). Probablemente además intentará generar ingresos para su familia y su iglesia, pero seguramente le será difícil, porque la riqueza material es «mal vista» por muchas religiones y sus seguidores.

Incluso hay ejemplos más cotidianos, personas que tienen «buenos valores», pero mal jerarquizados. Siguiendo el mismo ejemplo anterior, si cambiamos la «iglesia» por «el trabajo», obtenemos personas que son obsesivas con su trabajo donde la familia es su segunda prioridad.

En resumen: No se trata solo de nuestros valores, se trata de la jerarquía de valores.

Y cuál es tu jerarquía de valores?
Escríbelo en los comentarios para compartirlo con los demás!

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Sinceramente

Francisco Astorga A.

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